A pesar de los eventos desafortunados, la agroindustria mundial se mantiene resistente, lo cual es bueno, porque todo el mundo necesita alimentos.

Una tormenta perfecta golpeó el mercado agrícola mundial este año o, en algunos lugares, una sequía perfecta.La guerra en Ucrania;interrupciones globales del lado de la oferta posteriores a la pandemia;sequías récord en Europa y China;heladas en Brasil;el huracán Ian en Florida;y lluvias e inundaciones inusualmente intensas en India, Pakistán y Australia combinadas en 2022 para poner a prueba los límites de la cadena actual de producción y venta minorista de suministros de alimentos.

“Varios problemas afectaron el suministro, pero tres años de La Niña y la guerra en Ucrania son los dos factores principales allí”, dice Carlos Mera Arzeno, jefe de Investigación de Mercados de Productos Básicos Agrícolas de Rabobank.

Los desafíos actuales se suman a la tensión en un mercado ya tenso.En 2012, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó que para 2050 necesitaremos aumentar la producción de alimentos en un 60 % según un escenario de negocios habituales.“El mercado mundial de alimentos enfrenta el desafío de alimentar a una población en crecimiento, que debería alcanzar los 10 mil millones de personas para 2050. No es una tarea trivial”, explica Christiane Assis, directora de relaciones con inversores de la empresa de procesamiento de alimentos JBS.

El índice de precios de los alimentos de referencia de la FAO muestra que los precios de los alimentos aumentaron desde julio de 2020 hasta febrero de este año al ritmo más rápido en una década debido a existencias cada vez más limitadas, especialmente en los mercados de trigo y maíz.

Pero como la expansión de las tierras de cultivo en América Latina parece ser la principal apuesta del mercado a corto plazo, los desafíos más amplios para la industria requerirán cambios mucho más profundos en la cadena mundial de producción de alimentos.

“A corto plazo, se espera que la industria alimentaria supere cualquier recesión relativamente bien.Sin embargo, mirando más adelante, el principal desafío será contribuir a la carrera hacia las emisiones netas de carbono cero, donde los cambios a nivel de finca pueden secuestrar carbono y tener un impacto positivo”, dice Arzeno.“La comida ha sido parte del problema durante mucho tiempo;pero en muchos casos puede convertirse en parte de la solución”, concluye.